1-En una cacerola pequeña pon a hervir los chiles secos con el agua a fuego medio, hasta que los chiles estén completamente cocidos; deja enfriar un poco. Retira las semillas y los tallos de los chiles. En una licuadora, licua los chiles cocinados con el agua en que se cocinaron, hasta que quede bien molido. Cuela la salsa para enchiladas en una cacerola pequeña y calentar a fuego lento. Sazona con sal.

2-En un sartén mediano, pon a calentar 1/4 taza de aceite a fuego medio. Con mucho cuidado, pon a freír una tortilla de maíz en el aceite caliente por unos 30 segundos. Voltea la tortilla y fríe durante otros 30 segundos. Con una espátula, retira la tortilla del aceite, dejando que el exceso de aceite se escurra de nuevo en el sartén.

3-Baña la tortilla en la salsa para enchiladas. Coloca la tortilla en un plato. Inmediatamente pon 3 cucharadas del queso fresco desmoronado con un poco de cebolla picada en el centro de la tortilla. Dobla la tortilla a la mitad o enróllala como taquito. Repite el mismo procedimiento con las demás tortillas.

4-Acomoda 2 o 3 enchiladas en cada plato. Báñalas con 2 o 3 cucharadas de salsa para enchiladas. Adorna con más queso fresco y cilantro.